miércoles, 27 de julio de 2016


El proceso de llenado y vaciado


     Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Ts 5:23

          Día con día, todo ser humano desarrolla este proceso de llenado y vaciado. Lo hacemos al inhalar y exhalar. Cuando comemos y evacuamos. Al beber y al orinar. Al recibir un pensamiento a nuestra mente y emitirlo a través de nuestra boca.
         Quizás muchos de los individuos pasan desapercibido este proceso tan natural de su vida cotidiana que ya no le toman interés a tan importante suceso que se desarrolla en cada uno de los seres vivientes.
         Recientemente visité el estado de Chiapas y tuve la oportunidad de estar en un maravilloso paisaje. El lugar se llama Palmacito, es un estero que pertenece al municipio de Mapastepec Chiapas. Independientemente de la hermosura de este paraíso, me llamó la atención el fenómeno que se suscita a diario allí: el mar por seis horas succiona las aguas del estero (como proceso de limpia), y en otras seis horas hace el llenado nuevamente (como proceso de vida y renovación).
        Lo anterior, permite que los 5000 habitantes de este lugar tengan sustento y trabajo (pesca y exportación ) durante los 365 días del año. ¡Impresionante!


PALMACITO, MAPASTEPEC, CHIAPAS


        Al igual que la naturaleza cumple con este proceso en aquel lugar, cada ser humano también tiene la oportunidad de llevar a cabo con esto mismo. Todo lo que succionamos, inhalamos, introducimos, etc., llega a nuestra mente, misma que procesa lo recibido y lo emite a través de nuestro estilo de vivir. Lo anterior nos lleva a ser cuidadosos en lo que permitimos ingresar a nuestro ser: sea bebida, alimento, pensamientos, ideas, imágenes, etc., pues todo lo que llegue a estar dentro de nuestro ser, causará efectos positivos o negativos, de bienestar o de calamidad, de salud o enfermedad, de motivación o desmotivación, de alegría o tristeza, etc.

      Tu y yo debemos de estar más atentos en el proceso de llenado y vaciado...es vital para mantenernos en constante renovación...procura desechar todo aquello que te pueda perjudicar en tu diario vivir y llénate de lo que genere bendición a tu vida.

     REFLEXION:

  •      ¿estás atento al proceso de llenado y vaciado en tu vida de manera cotidiana?
  •      ¿estás consiente de todo aquello que debe de salir de tu pensamiento para mejorar tu estilo de vida?
  •      ¿Cuànto tiempo estarás dispuesto a apartar para que Dios te ayude en el proceso de llenado y vaciado?

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