Levantando nuestro nivel de Oracion

        Mateo 26:41

          Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.

        Un antiguo predicador decía que los creyentes nunca nos levantaremos por encima de nuestra vida de oración. En otras palabras la calidad de nuestras vidas en Cristo están íntimamente ligadas a la disciplina de la oración. Por eso, no es exagerado decir que la santidad, el gozo, la madurez y el crecimiento cristiano están de alguna manera subordinados a la calidad del nivel de la oración.

          En todas las edades, esto ha sido una realidad en el pueblo de Dios. Los patriarcas y los profetas de Israel, los apóstoles de Jesucristo, los padres de la iglesia y los líderes que sobresalieron antes, durante y después de la Reforma protestante, todos fueron hombres prominentes en la oración.

         A la luz de estos ejemplos y tomando en cuenta que orar es un mandato bíblico, que nos representa muchos y variados beneficios, entonces, debemos ser cuidadosos en establecer el habito de oración. Es decir, los creyentes debemos orar con regularidad y creo que todos debiésemos coincidir con esto.

          

         Pero si somos honestos, debemos reconocer que muchos de nosotros (en ocasiones) hemos descuidado nuestros tiempos devocionales en donde la oración es un factor primordial. Me temo que el afán y el activismo en la vida de los cristianos está haciendo mella en ellos para debilitar su estilo de oración.  Cada día se percibe más y más este descuido en la vida de oración en los miembros de las Iglesias.

        

         Los intentos para tener Ministerios de oración se van desvaneciendo debido a la falta de compromiso  y convicción acerca del cuidado y nivel de oración que se debe de mantener  para fortalecer la Misión, la Santidad y Fidelidad de la Iglesia.

         Comparto cuatro principios que  nos ayudarán a  recuperar nuestra vida de oración:

          Arrepentimiento

         Si partimos de la premisa que la oración es un mandato bíblico, entonces el descuido de la vida de oración debe ser considerado como un pecado. Quizá el abandono de esta disciplina es vista más bien como un ‘inocente descuido’ y no tanto como un acto de desobediencia. Por eso, como con cualquier otro pecado, la falta de oración nos debe producir un sentido de preocupación, alarma y lamento. A partir de aquí, si deseamos ser obedientes, recuperar y no descuidar nuestra vida de oración, debemos empezar reconociendo que hemos fallado, arrepentirnos y pedir perdón a Dios.

         Rendición de cuentas

         El rey Salomón decía “dos son mejor que uno”(Eclesiastés 4:9). Y si esto es cierto en todo aspecto de la vida, también será cierto y útil para mantener las disciplinas espirituales. Es decir, es recomendable pedir a un hermano maduro en la fe para que nos ayude en este proceso. Que esa persona goce de la libertad de preguntarnos con regularidad si estamos orando. Por lo general este debe ser tu pastor, tu líder o algún mentor dentro de tu iglesia. Cuando rendimos cuentas, estamos dando pasos saludables para asegurar nuestro cuidado en las disciplinas espirituales.

          Usa recordatorios

         Desde un aspecto práctico, podemos hacer uso de algunos recordatorios. Es decir, para mantenernos sin olvidar la necesidad de orar, podemos usar algunos avisos para estar alertas. Puedes escribir en pedazos de papel algunas citas bíblicas que nos recuerdan de la oración (1 Tesalonicenses 5:17, Colosenses 4:2) y colocarlas en distintas lugares. Ya sea en la refrigerador, en el carro, en tu calendario, en la mesa de noche, aun en la parte exterior de tu Biblia. Si tienes un teléfono celular, puedes usarlo para que siempre tengas presente la importancia de la oración.

         Lee material que se enfocan en la oración

         Otra práctica que nos ayudará a no descuidar la disciplina de la oración, es leer con alguna frecuencia material que abordan la importancia y los beneficios de la oración. Puedes visitar sitios en Internet, blogs cristianos dónde encuentres artículos que te servirán de ánimo e inspiración para no descuidar tu vida devocional. Otra forma es leer con regularidad libros que se enfoque estrictamente en la oración. Y por supuesto, no dejar de apreciar y dar lectura a estos Devocionales que con agrado escribo para ayudarnos a seguir creciendo juntos espiritualmente.

       Frases celebres:

“La causa principal de mi pobreza e ineficacia es debida a una inexplicable negligencia en la oración. Puedo escribir, leer y oír con voluntad presta; pero la oración es más intima y espiritual que estas cosas y por eso mi corazón carnal fácilmente la rehuye.”

“Los hombres que han hecho para Dios una buena obra en el mundo, son los que han estado desde temprano sobre sus rodillas.”

“Aquellos que mejor conocen a Dios son a menudo los más ricos y poderosos en la oración.”

E.M. bounds

REFLEXION

1. La oración ha sido la plataforma de hombres y mujeres que han hecho historia a favor del reino de Dios, ¿cómo consideras tu nivel de oración para favorecer en estos tiempos al avivamiento de tu Iglesia?
2. El Ministerio de Oración es rehuído en un gran porcentaje de los miembros de las Iglesias, ¿cómo es tu participación en este Ministerio dentro de tu Iglesia?
3. Arrepentimiento, rendición de cuentas y recordatorios favorecen al estilo de oración en la vida del Cristiano, ¿què es lo que vas a implementar para mejorar tu nivel de oración?
4. Te gustaría ser parte del Ministerio de Oración en tu iglesia? ¿sabes cuáles son los horarios y quiénes participan en este Ministerio?