jueves, 4 de agosto de 2016


El cinto podrido

              Jeremías 13:1-7
          Jeremías es instruído por Dios para que compre un cinto de lino (una faja ancha usada por los hombres como cinto y como bolsa de mano) y la esconde en la hendidura de una peña del río Eufrates. Días después, cuando Dios le pide que tome el cinto del lugar en que lo había escondido, Jeremías encuentra el cinto podrido e inservible.
        Esta enseñanza fue para el pueblo de Israel para mostrarles que se habían convertido en un cinto infecto e ineficaz por su involucramiento en el pecado excesivo.


         Dios es vida y comparte vida. El cristianismo se resume como "el compartir vida". El problema de NO compartir esa vida en Cristo es que muchos pueden estar escondiéndose en la hendidura de algún pecado. Otros pueden estar detrás de unas hojas de higuera avergonzados por su estilo de vivir. Unos más pueden ser encontrados debajo de la higuera (como Natanael) cobijados en una religiosidad que no comparte más que ritualismos y reglas de hombres.

         El cinto podrido, representa a alguien que no puede ser usado para compartir la vida en Cristo Jesús. Todos los que se dicen cristianos han recibido vida y en abundancia por parte del Redentor, esto es una gran bendición, pero también es una responsabilidad. Algo que no se comparte se empieza a estancar, algo estancado se pudrirá, y lo que se pudre no generará vida.

         El evangelio llegó a México desde el año de 1885. Ha pasado más de un siglo y los cristianos que vivimos en este hermoso país no hemos sido capaces en más de 100 años  compartir nuestra fe para que todos los mexicanos conozcan de Cristo y sean salvos. Según las estadísticas del INEGI, los cristianos (espero que no estén incluidos los miembros de sectas) solo representamos un 10% del total de la población. ¿Acaso nuestro cinto estará podrido e inservible? ¿estaremos viviendo una vida cristiana a la secreta? o ¿estaremos en la comodidad de un relax que nos atrofia más y más?

        Es tiempo de despertar, de salir de nuestros escondites y abandonar los lugares de hendiduras por las diferentes causas que nos han degenerado. Ha llegado el momento en que vivamos con autenticidad el cristianismo "compartiendo vida y las buenas nuevas de salvación". Nos motivan las palabras de hombres de Dios que han declarado que México es para Cristo, y yo lo creo; pero para ello los verdaderos cristianos tenemos que hacer algo más que asistir a un templo, o leer la Palabra, o pegar calcomanías en nuestras puertas o autos de nuestra identidad...!!! ¿estarás dispuest@ a tener ese despertar espiritual en tu vida?

         REFLEXION

  1. La lección del cinto podrido señalaba el estado de pecado de toda una nación, ¿consideras que tu ser puede encontrarse en una grieta que no te permite desarrollar a plenitud tu vida en Cristo?
  2. La vida espiritual que no se comparte se llega a paralizar, ¿cómo consideras el estado de tu vida espiritual?
  3. Compartir vida es un estilo permanente en todo cristiano, ¿estás compartiendo tu fe con otras personas que no conocen de Cristo?
  4. ¿Qué consejo le darías a quiénes viven una vida espiritual muy relajada y escondida en medio de la religiosidad?

3 comentarios:

  1. Aspecto doctrinal:Jeremías 13:1-7
    Jeremías es instruído por Dios para que compre un cinto de lino (una faja ancha usada por los hombres como cinto y como bolsa de mano) y la esconde en la hendidura de una peña del río Eufrates. Días después, cuando Dios le pide que tome el cinto del lugar en que lo había escondido, Jeremías encuentra el cinto podrido e inservible.
    Promesa: Cristo es vida, me asegura vivir en plenitud.
    Aplicación: ir más allá sin límites, pues el límite sólo es el cielo dar vida responsablemente a los que me rodean, hay infinidad de estrategias para llevar el plan divino a los hombres.

    ResponderEliminar
  2. La apatía, la vergüenza, la indiferencia, el temor, son cosas que nos impiden hablar del amor de Dios a otros.
    Y es entonces cuando nuestro «cinto de lino» de pudre, porque lo dejamos «enterrado».
    Si sabemos que Dios es fiel, ¿por qué no le creemos que el hablará por nosotros?
    Dios no permitirá que sus hijos sean avergonzados. Debemos tomar fe y valor, sacudirnos la flojera, dejar la zona de confort, para hablar a otros del amor y del perdón de Dios.
    Yo animo a todos a que hablen de lo que Dios hizo en sus vidas, no importa si crees que no sabes dar una enseñanza. Sólo habla de lo que Dios te ha sanado, de donde te ha sacado, de cómo te ha restituido. Pon a Dios antes de todo y lo demás vendrá por añadidura.
    Bendiciones

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar