¿permiso para pecar?

    1 Juan 2:1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

          Mi respuesta a la pregunta es: No. No hace falta permiso. Si quieres pecar, puedes hacerlo. Tu y yo pecamos lo que queremos. Pero lo que marcará la diferencia entre un Cristiano y un inconverso, es que el primero no querrá hacerlo, mientras que el segundo “disfrutara” de una manera u otra tener una vida en medio del pecado.

          El Cristiano siempre buscará vivir una vida que agrade a Dios. Un existir de excelencia e integridad. La Biblia nos enseña a que debemos de despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia, entre más logremos esto, tendremos una vida acorde a lo que Dios busca formar en cada uno de nosotros.

         El énfasis del apóstol Juan es escribirnos para no pecar, no establece un permiso para que andemos en sendas de oscuridad y maldad. “Si alguno hubiere pecado”, ante los defectos cotidianos que tiene el ser humano es probable que más de uno tropiece por causa de su debilidad. La exhortación del apóstol es la de no quedarnos en el lodo, sino la de buscar de forma inmediata la restauración de la vida espiritual a través del abogado para con el Padre, a Jesucristo el justo.

        Todos tenemos puntos débiles en nuestro diario vivir y etapas diferentes de nuestra madurez espiritual. Lo que para algunos puede ser muy sencillo dominar, para otros puede ser lo más complicado para vencer. La idea, es que todos podamos apoyarnos en la Fortaleza de Dios para tener victoria sobre algún pecado en particular que nos esté asediando o causando problemas. Que podamos preservar el estado espiritual de nuestras vidas con la ayuda y dirección del Señor y no tratar de remediar las consecuencias por causa de alguna caída.

         Desde que conocí el evangelio me ha encantado el siguiente versículo que es como mi oración cotidiana al inicio de cada día, espero que lo hagas tambien tu lema y vivas confiad@ en que tu estabilidad está en el Poder de Dios: Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis pies no resbalen. (Salmo 17:5)

        CONCLUSION

• Aprende a depender de Dios para ser fortalecido por Él en tus debilidades.
• Se responsable de tus actos y busca la restauración de tus tropiezos de manera inmediata a través de tu Abogado: Jesucristo.
• No busques permiso o consentimiento para pecar, mejor busca el vivir en santidad.
•  El pecado día con día nos asedia, nos busca, nos provoca, nos persuade, nos insiste, etc., y hallará lugar en aquel que este distraído o débil espiritualmente.

REFLEXION

1.  Ante elpecado que nos asecha cotidianamente, ¿buscas permiso para pecar?
2. El apartarse de la Iglesia y abandonar los ministerios, es en ocasiones debido al batallar con algún pecado en la vida de quien lo hace, ¿cómo consideras el estado actual de tu vida espiritual?
3.  Pecar es demasiado fácil, la restauración es más complicada, ¿hay algo en tu vida que no ha sido rehabilatado y que batallas actualmente con ello?
4. ¿Consideras que Salmo 17:5 debe de ser parte esencial en tu vida a partir de hoy?