“Todo me es lícito, pero no
todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” (1 Corintios 10.23).
El hecho de que todo sea lícito no
significa que todo te convenga y te edifique. Siempre es bueno establecer parametros que
contengan obejtivos específicos acerca de nuestras convicciones, acciones y
pensamientos. Si logramos colocar lo anterior a la Luz de Palabra, entonces seremos
sabios para poder distinguir lo que es bueno para nuestras vidas y lo que se
debe de desechar para evitar destrucciones.
A la hora de tomar tus decisiones fijate si éstas te
edifican para cumplir tus objetivos. A la hora de actuar observá si lo que vas
a hacer te conviene según los objetivos que te trazaste.
El enfoque en tu vida es de suma importancia.
Todo enfoque debe de estar en lo que te conviene ver y desarrollar. Tener tu
propio enfoque de las cosas, evitará que tengas que usar el enfoque de otros.
Muchas cosas pueden ser buenas para unos, pero no necesariamente para ti. El enfoque te dará la oportunidad de tener
bien en claro hacia donde te diriges y cual es el mejor camino para transitar,
además de que te va a ayudar a desarrollar
la capacidad de no desviarte y poder focalizarte sin llegar a perderte.
Recuerda siempre que el hecho de que
algo sea lícito no significa que te convenga y te edifique conforme lo que
quieras lograr.
Una
buena prueba para saber si es licito lo que hacemos, o intentamos decidir, u
opinar, o invertir, o establecer, etc., es determinar si podemos honestamente y
con buena conciencia pedirle a Dios que lo bendiga. Si tienes la capacidad de pedir a Dios que
bendiga lo que está haciendo, opinando, invirtiendo, estableciendo… es bueno,
pero si no tienes la moral para pedir a
Dios que lo bendiga, eso no te conviene.
Debemos
evaluar nuestras acciones no solo en relación a Dios, sino también en relación
al efecto en nuestra familia, nuestros amigos y otras personas en general.
Aunque alguna cosa en particular no pueda lastimarnos personalmente; si tiene
influencias o efectos dañinos para alguien más, está mal. No quiero dar a
entender que tengamos que vivir a expensas de los demás, más bien te persuado a considerar que fuimos
diseñados para bendecir la vida de los demás. Nuestras vidas tienen que estar
siempre en la esfera de que lo que edifice, cuando te edificas, entonces
podrás edificar a los que te rodean.
Colosenses 3:17 nos dice: En fin, cuanto hagan, haganlo todo en el nombre de Jesús, el Señor, dando
gracias a Dios Padre por medio de él. El
apóstol Pablo nos da la base para no salirnos del contexto de desarrollar una
vida que se edifica en los fundamentos de la palabra de Dios. Todo cuanto
hagamos, debemos de hacerlo en el nombre de Jesús. Todo lo que se hace en su
nombre, siempre edificará nuestras vidas, y si las edifica es por la razón de
que son licitas y convenientes para nosotros.
CONCLUSIONES
- 1 Corintios 6:12 nos menciona: Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna, la clave es no permitir que las cosas que no nos edifican nos lleguen a dominar.
- En los siguientes versículos de este capítulo el apóstol Pablo hace mención acerca de que nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo, por lo que debemos de evitar aquellas cosas que nos son permitidas; pero que no nos convienen, pues pueden llevarnos al pecado.
- Se necesita madurez y sabiduría para poder evaluar todas aquellas cosas que se pueden presentar en nuestras vidas, estas cualidades nos ayudaran a escoger lo correcto, aunque no necesariamente lo conveniente.
- Dios ha colocado en cada ser humano la capacidad de discernir en lo que es conveniente o no para sus vidas, y a la vez le ha dotado de voluntad para escoger lo que edifique su existencia y así evite estragos que lo puedan llevar a un deterioro o inclusive a su propia destrucción.
REFLEXION
- Todo te es lícito, pero no todo te conviene, ¿cómo sueles determinar las cosas que te son permitidas para la edificación de tu vida?
- La falta de dominio en las personas los pueden llevar a ser dominadas por aquellas cosas que los llevan al camino equivocado, ¿dominas las cosas y situaciones, o te dominan ellas a ti?
- Pedir que Dios bendiga los que pienso, hablo o hago es la más clara evidencia de que estamos haciendo lo correcto, ¿habitúas a orar antes de tomar decisiones, acciones o determinaciones en tu vida?
- El enfoque es vital para poder observar que aunque todo me es lícito, no todo me conviene, ¿tu enfoque es el adecuado?
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