martes, 31 de enero de 2017

La recompensa de ayudar a los demás



Isaías 58:10
"Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía" Isaías 58:10.

         Gente sincera cree que la vida cristiana es una colección de obligaciones. Muchas personas tienen miedo de leer la Biblia; no quieren más deberes. Y ahora viene Dios, en el versículo de hoy, dándote otra orden: "Ayuda al que necesita".
        La pregunta que acude a tu mente tal vez sea: "¿Por qué debo ayudar?" El problema con los seres humanos es que, frecuentemente, pensamos que las recomendaciones bíblicas son una especie de fardo que hay que cargar. Pero, cuando Dios nos dejó sus consejos, no fue con el propósito de hacer de la vida de sus hijos una carga pesada. Lo que tenía en mente era hacerte una persona feliz y realizada.
          El texto de hoy trae una de las promesas más bellas de la Biblia. Es una promesa condicional. Primero, viene la condición: "Si dieres tu pan al hambriento y saciares al alma afligida". Después, viene la promesa: "en las tinieblas nacerá tu luz y tu oscuridad será como medio día".
         Norma era una joven sumergida en las turbias aguas de la depresión. La vida no tenía color para ella. Las sombras de la tristeza se apoderaron de su alma durante varios años, a raíz de la ruptura de un noviazgo prolongado.
         Un psicólogo cristiano le recomendó, cierto día, una terapia aparentemente sin sentido: ella debía visitar un barrio pobre, llevando comida para niños necesitados. Al principio, los padres la llevaban casi por la fuerza; era parte de su tratamiento. En poco tiempo, sin embargo, la luz empezó a iluminar la vida de esta joven. Contemplar la alegría y la gratitud de esos niños que no tenían qué comer fue la cura para la depresión.
         Cada vez que extiendes la mano para ayudar al necesitado, abres las ventanas de tu vida para que el sol entre e ilumine cada rincón sombrío de tu corazón. Una vida centralizada en las propias carencias y necesidades está aprisionada en la oscuridad del egoísmo. No tiene alegría; lo que llama felicidad no es otra cosa sino carcajada hueca, vacía y sin sentido. No pasa de ser el grito desesperado de un alma envuelta en la sábana oscura de sus temores y miedos.
        Por eso hoy, antes de iniciar las actividades del día, recuerda que "si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía". Toma la iniciativa de hacer algo por los demás. Regala una sonrisa y una palabra amable a todos con los que tengas contacto el día de hoy. Sal a visitar al enfermo  o lleva alegría a un asilo de ancianos. Se parte del algún Miniserio de ayuda en tu Iglesia como Ministerios de Amor o visitas al hospital para orar por los enfermos. Si quieres luz en medio de las tinieblas que la vida a veces establece, rompe con esa oscuridad haciendo actos de bondad y llevando bendición a los que pueden valorar tu ayuda y apoyo.

        CONCLUSIONES
Ayudar a los demás es ayudarse a sí mismo.
Al auxiliar a otros, uno aprende a superar los desafíos propios, inspirando y proporcionando herramientas para que puedan solucionar sus complicaciones. Además, cuando uno vive para servir  desarrolla  sensibilidad, bondad y sus atenciones son más  acertadas.

Dar  y ayudar es la mejor manera de sentir gratitud.  
Uno  es más generoso   cuando siente que tiene la posibilidad o la capacidad de hacerlo, por lo que tiende a buscar oportunidades para expresar su gratitud,  al hacerlo le afloran  simultáneamente mayores sentimientos de agradecimiento y satisfacción.

     Entre más ayudas a los demás, más rico emocionalmente te conviertes.
Las posibilidades de dar son ilimitadas cuando se da de corazón y sin esperar nada a cambio. El universo se achica y las oportunidades se multiplican.

Ayudar es estar en la senda del cristianismo.
El ayudar a los demás es una pauta para desarrollar el estilo de vida que todo seguidor de Cristo debe de ejercitar. No podemos querer identificarnos como cristianos si no somos capaces de imitar a nuestro Maestro que siempre nos ensenó a servir y ayudar a nuestros prójimos.
     Una  persona generosa de corazón es una persona rica, alegre y feliz”

         REFLEXION
  • Siempre he considerado que es mas bendecido el que brinda ayuda que el que fue ayudado, ¿tu vida es bendecida al ayudar a los demás?
  • Para el que no entiende el Principio de ayuda hacia los demás, al apoyar a otros será fastidioso y de carga excesiva, ¿cómo consideras el hecho de brindar ayuda al necesitado?
  • Cada vez que extiendes la mano para ayudar al necesitado, abres las ventanas de tu vida para que el sol entre e ilumine cada rincón sombrío de tu corazón, ¿el ayudar a los necesitados es un estilo de vida en tu existencia?
  • Las posibilidades de dar son ilimitadas cuando se da de corazón y sin esperar nada a cambio. El universo se achica y las oportunidades se multiplican, ¿consideras una bendición el poder dar pan al hambriento y saciar al alma afligida?
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            Pastor Oscar
           Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas y de liderazgo, llamar al 017351525825 ó escribe al correo:oscarhp07@hotmail.com

2 comentarios:

  1. Señor Pon en mi corazón la necesidad de ayudar a mi prójimo, hazme sensible a sus necesidades, tu bondad ha llenado mi vida de gratitud, y por eso anhelo ser una persona generosa, abre las puertas y dame la oportunidad de hacer algo por otros dándoles bendición.
    Te lo pido en el nombre de Jesús
    Amén
    Bendiciones

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  2. Yo estoy empensando ayudar en un asilo de mayorcitos hace 3 meses falleció mi esposa quiero ayudar lo hago de la mejor manera ya mi mayor deceo le pedi a DIOS EN MI ORACION QUE CUANDO EL ME LLEVE ES ESTAR JUNTO A MI ESPOSA PARA SIEMPRE Y AYUDAR DE ALGUNA MANERA

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