martes, 3 de enero de 2017

Aprendamos a apreciar a los demás

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      Romanos 13:7
 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; honra al que se le debe honra
     Me encanta la manera en como el Apóstol Pablo hace la comparación de la Iglesia con respecto a un Cuerpo en el capítulo 12 de primera a los Corintios. Y esto también se aplica a la familia y a cualquier empresa o institución en donde exista más de una persona. Una de las cosas que me llama a atención es cuando él declara que siendo muchos miembros, todos pertenecen al mismo cuerpo. Esto habla de un principio de pertenencia. Ningún miembro debe de sentirse aislado o fuera de su identidad como parte de una sola familia. Lo otro destacable es el hecho de que todos los miembros se necesitan entre sí para llevar a cabo su función de manera efectiva: Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

        El origen de la palabra aprecio lo encontramos en el latín “adpretium”, en donde el prefijo “ad” indica “dirección”, “hacia”; y en donde “pretium” equivale a “precio”. Significa “hacia el precio”, “hacia lo valioso”. Cuando una persona aprecia a otra, su cariño va hacia esa persona por cuanto le considera valiosa.

         El problema que a menudo se suele desatar en medio de la humanidad, es de que solo se tiende a apreciar a las personas que de alguna manera u otra se admiran por sus dones o talentos. Otro punto que causa situaciones que impiden un aprecio genuino y de manera general, es el hecho de que solo se busca congraciarse con aquellos con los que se puede ser correspondido o se llega a obtener algún beneficio. Un inciso más, es de que muchos individuos solo aprecian a aquellos que son de su misma condición social, económica, intelectual e ideoógica.

       Todos los seres humanos debemos esforzarnos porver las experiencias y las habilidades únicas de los demás, tratese de quien se trate. Todos tenemos recursos formidables y experiencias hermosas de las que se puede aprender. Todos debemos de acentuar y admirar las cosas positivas de los demás. Apreciar significa dar el precio correcto y justo por lo que las personas son. Un código de honor es el saber honrar  y respetar a los demás sin importar su clase social o financiera,  si es un destacado hombre de negocios o un simple empleado de una fábrica; de que si es una mujer muy elegante y reconocida en el medio artistico, o se trata de una mujer que es bella en su interior aunque no porte cosas ostentosas.
        Dennis Bakke nos ofrece cinco puntos acerca de sus creencias en cuanto a valorar a las personas:
  • Las personas son seres creativos y dignos, capaces de pensar, razonar, aprender y tomar decisiones.
  • Las personas son responsables de sus ideas y sus acciones.
  • Las personas son únicas, tanto en dones y talentos como en necesidades.
  • Las personas son falibles. Todos cometemos errores, algunas veces a propósito.
  • Las personas desean ser parte de un grupo que tiene una causa y que realiza una contribución positiva al mundo.


       CONCLUSIONES
  1. Si eres capaz de respetar y apreciar a tus compañeros, a los miembros de tu familia o iglesia, es muy probable que ellos también quieran respetarte y apreciarte.
  2. El desafío de parte de Dios es de que todos los miembros de un cuerpo, institución o empresa, debemos de desarrollar el principio de “necesitarnos los unos a los otros”, quien piensa que no necesita de los demás, terminará solo en este mundo.
  3. Quien no es capaz de dar valor a los demás es porque no se sabe apreciar a sí mismo.
  4. El aprecio de los unos a los otros puede llevarnos a una dimensión de convivencia sana, de excelentes relaciones y de una solidaridad que nos lleve a ver por el progreso de los demás, y no solo de unos cuantos.


        REFLEXION
  • La encomienda inicial del apóstol Pablo fue la de pagar a todos lo que debáis, sea honor, respeto, admiración, aprecio, etc., ¿tienes cubierta esta deuda con todos los que te conocen?
  • Apreciamos a la gente que consideramos valiosa, el Señor Jesús nos enseñó que esas personas deben de ser nuestros prójimos, ¿sueles valorar a tu prójimo cualquiera que sea su condición social, financiera, espiritual e intelectual?
  • Todos los seres humanos tenemos  cualidades, somos creativos y dignos de ser valorados, ¿enfrentas problemas en apreciar a alguien en lo particular?
  • En un cuerpo, en una institución, en una sociedad, todos como parte de ella nos necesitamos, esto es realmente valioso, pues nos ayudará a entender que a través del aprecio y el respeto podemos llegar a tener una mejor función y a desarrollar grandes cosas en beneficio de todos, ¿puedes declarar que necesitas a los demás y que eres necesario para ellos también?
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           Pastor Oscar
          Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas y de liderazgo, llamar al 017351525825 ó escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com



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