1 Corintios 15:58
Por lo tanto, mis queridos hermanos,
sigan firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra del Señor;
porque ustedes saben que no es en vano el trabajo que hacen en unión con el
Señor.
Una gallina y un cerdo paseaban por la
carretera un día, cuando la gallina le dijo al cerdo: Oye cerdo, ¿qué te parece
si nos asociamos y abrimos un restaurante? Me parece buena idea. ¿Cómo lo llamaríamos? La
gallina pensó un poco y contestó:— ¿Por qué no lo llamamos ‘Huevos con jamón’? El
cerdo se detuvo, hizo una pausa y contestó: Pensándolo mejor, creo que no
voy a abrir un restaurante contigo. De ser así yo estaría comprometido pero tú
solamente estarías involucrada.”
Esta fabula nos enseña que la gallina con
poner los huevos iba a colaborar en el negocio sin exponerse demasiado;
mientras que el cerdo tendría que sacrificarse en su totalidad para poder ser
parte del proyecto, pues solo a través de sí mismo es que el jamón sería una
realidad en medio del sándwich.
¿Y tu, cómo estas ?…¡¡Involucrado o
comprometido en la transformación de tu sociedad!!. ¿Cómo estás?
Involucrado o comprometido en la visión que desarrolla la Iglesia a la que
perteneces!!! ¿cómo estás? Involucrado o comprometido en el bienestar de tu
propia familia!!!!
El compromiso requiere un poco más,
es la diferencia entre la medalla de oro y la de plata. Es el sacrificio que se
da entre la primera milla y la milla extra. Zig Ziglar dice: no hay tráfico en el
segundo kilometro. Las personas que luego de involucrarse, se comprometen logran
mejores resultados. El compromiso es lo que hace atractiva una meta, es lo que
te da un sentido de pertenencia, cuando te comprometes con lo que haces lo sientes
suyo, te duele el resultado, te motiva a mejorarlo constantemente; es por eso,
que los voluntarios no se involucran con una obra, ellos no se comprometen y no
sienten suyo el proyecto o la causa por la que trabajan.
Los voluntarios es el tipo de personas
que son los espectadores de la obra, solo observan, pero no se involucran para
ser actores de lo que sucede. El espectador suelo estar muy cómodo, solo
observando el desarrollo de lo que se realiza sin tener un espíritu de
colaboración. Esto hace que este tipo de individuos se de a la tarea de señalar
o criticar lo que según ellos está mal o debiese hacerse de otra manera, lo
curioso, es que no son capaces de levantarse para ayudar a mejorar la obra. En
cambio, el actor es el que se involucra, se consagra y siente lo que se está
llevando a cabo. Es el esforzado en lo que le corresponda a hacer. Si es estar
detrás o delante del telón, salir a
escena o quedarse detrás de bambalinas, siempre lo hace con la mejor de sus
actitudes. Este tipo de personas , hace que las cosas ocurran y contagian a los
demás a ser colaboradores y no solo observadores.
Esa es la gran diferencia entre la
persona común y la persona de éxito, si lees la vida de personas exitosas y de
líderes famosos, el factor común que se encontrara es que siempre se
comprometían con aquello en lo que creían. Visión sin compromiso es una idea
que posiblemente nunca llegara a feliz término, la diferencia entre una persona
exitosa y otra que no lo es, se reduce en una simple frase, la primera te dirá
¡LO LOGRE! Y la segunda dirá, casi lo logro.
El ser comprometidos en lo que hacemos
en todas la áreas de nuestra vida nos lleva a la madurez, ser maduro es estar convencido de nuestro
deber, y luego disciplinarnos para cumplir con él. Hacemos lo que tenemos que
hacer, no importa qué hagan los demás ni qué comenten de lo que nosotros
hacemos. El deber es saber lo que debemos hacer, y hacerlo. Hacerlo no necesariamente porque nos
guste, porque nos convenga, ni porque nos resulte cómodo, sino
simplemente porque lo tenemos que hacer y punto. Los que somos
cristianos debemos de entender que nuestro compromiso es con Dios y con nadie
más. Cuando uno se compromete y cumple, incomoda a los demás que están como
espectadores. Fuimos llamados a marcar la diferencia y nos solo a estar
involucrados de palabra, desganados y sin deberes que cumplir en la vida.
CONCLUSIONES
Si
podemos formularnos la pregunta: ¿soy o no una persona comprometida?, significa
que si lo somos; si no logramos hacernos esta pregunta se debe a que no lo
somos.
La adversidad es el cruce
de dos caminos donde una persona tiene que elegir uno de los dos: Carácter o
Compromiso.
No creo que haya un fuerte compromiso cuando muchos dejan a
medias lo encomendado, involucrarse no necesariamente me lleva al nivel de ser
candidato a ofrecer lo mejor de mi.
Cuando una acción se respalda con compromiso se convierte
en convicción, toda convicción te lleva
a dar lo mejor de ti mismo; cuando das lo mejor de ti, entonces se
alcanzan grandes logros .
REFLEXION
- La gallina y el cerdo representan las opciones de alguien que solo se involucra y de quien sabe comprometerse, ¿con cuál de los dos personajes te identificas?
- El compromiso es la diferencia entre la medalla de oro y la de plata, es el sacrificio que se da entre la primera milla y la milla extra, ¿sueles moverte en esta área?
- Involucrados o voluntarios es sinónimo de simples espectadores, ¿te consideras de este tipo de persona en cuánto al trabajo, ministerio o labor que se te ha encomendado?
- Visión sin compromiso es una idea que posiblemente nunca llegara a feliz término, ¿estarás dispuest@ a ir al nivel de ser una persona con compromiso y entrega en todo lo que emprendas?
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