Filemón
1:21
Te he escrito confiando en tu obediencia,
sabiendo que harás aún más de lo que te digo
La confianza
se construye con un ladrillo a la vez, pero si se destruye, toda la pared se
viene al suelo
El término confianza se refiere a la
opinión favorable en la que una persona o grupo es capaz de actuar de forma
correcta en una determinada situación.
La confianza es la seguridad que
alguien tiene en otra persona o en algo. Es una cualidad propia de los seres
vivos, especialmente los seres humanos, ya que aunque los animales la posean,
estos lo hacen de forma instintiva, al contrario que los humanos, que confían
conscientemente.
Al ser algo que se hace consciente y
voluntariamente, supone trabajo y esfuerzo conseguirla. A pesar de que sea
costoso llegar a ella, se caracteriza por ser una emoción positiva.
Según Laurence Cornu, doctora en
filosofía: “la confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del
otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro
depende de la acción de otro. Es una especie de apuesta que consiste en no
inquietarse del no-control del otro y del tiempo”.
El tener confianza en uno
mismo, nos da la oportunidad de poder confiar en los demás. Es imposible ir por la vida sin confiar
en nadie; es como estar preso en la peor de las celdas: uno mismo.
Nadie es digno de confianza, hasta
que se confía en él. Vivir en la desconfianza es consumirse en el azufre de la
sospecha. La fuerza es confiada por naturaleza. No existe un signo más patente
de debilidad que desconfiar instintivamente de todo y de todos.
Con lo anterior no doy por asentado que
se deba de confiar en cualquier sujeto. No podemos confiar nuestra casa o
nuestro auto a personas desconocidas y en una sociedad en donde no existe una
cultura de honor. Lo que si considero importante, es la urgencia de generar
nuevos vínculos que apunten hacia la confianza de los unos a los otros. Es
cierto, que no tenemos hoy en día de que presumir en cuanto a este punto; pero
eso no significa que no podamos empezar a edificar una forataleza con pequeños
ladrillos que sean los peldaños de aliento hacia la seguridad.
Cuando alguien te da su confianza,
siempre te quedas en deuda con él. La mejor manera de corresponder a la
confianza otorgada, es no defraundando a tan alto honor de credulidad. Cuando
has defraudado la confianza de alguien, es menester revestirte de prendas que
den evidencia de un arrepentimiento genuino que te permita mostrar un nuevo
rostro de alguien en quien se puede volver a confiar.
Un día el apóstol Pablo no quizo darle
su voto de confianza al joven Marcos que los había abandonado en el primer
viaje misionero, para que los volviera a acompañar en el Segundo viaje. Marcos
había defraudado con sus accionar a uno de los más grandes misioneros que
registra la Biblia. Pero tiempo después, seguramente al reflexionar y madurar,
Marcos vuelve al cuadro de la gente confiable. Estoy seguro que este joven tuvo
que mostrar nuevas credenciales que le acreditaban como un hombre en el que
podían volver a confiar. Pablo, se expresó de la siguiente manera: “El único que está conmigo es Lucas, Marcos puede ayudarme mucho en el
trabajo del ministerio, así que búscalo y tráelo contigo cuando vengas” 2 Timoteo 4:11
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CONCLUSIONES (medita en las
siguientes frases)
La
confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de
estar abierto a todas la preguntas.
Confianza
es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que
mentiríamos en su lugar
Nuestro
ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón:
porque todavía no nos han traicionado.
La mejor
forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.
Quien no
tiene confianza en el hombre, no tiene ninguna en Dios.
REFELXION
- Tener confianza es desarrollar una opinión favorable en los actos de otras personas, ¿cómo desarrollas esta cualidad en tu vida?
- La confianza es una actitud positiva que da paz al momento de depositarla en alguien más, ¿eres una persona confiable y que sabe confiar en los demás?
- Cuando alguien te da su confianza, quedas en deuda con esa persona, ¿cómo sueles corresponder al honor que te brindan los demás cuando confían en ti?
- No confiar, es consumirse en uno mismo, ¿estás preparad@ para volver a confiar en los demás a pesar de que te han defraudado en alguna ocasión?
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Pastor Oscar
Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas o de liderazgo, llamar al 017351525825 ó escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com
Volver a confiar requiere tiempo, pero es posible. La comunión que tenemos con Dios es también con el prójimo.
ResponderEliminarTienes mucha razón mi buen David Lops...solo nuestra Comunión con Dios nos permitirá seguir confiando en los demás
EliminarCuando ya ha sido rota la confianza, puede recuperarse poco a poco claro q si, pero para q eso pase es necesario un arrepentimiento genuino, de no ser así es casi probable q esa persona vuelva a fallar a tu confianza.
ResponderEliminarMas sin en cambio Dios nunca deja de confiar en nosotros, aunque fallemos una y otra vez el sigue y seguirá confiando en nosotros.
Creo que debiésemos imitar a Dios para seguir confiando en uno mismo y en los demás a pesar de los errores propios de la vida...
EliminarCuando ya ha sido rota la confianza, puede recuperarse poco a poco claro q si, pero para q eso pase es necesario un arrepentimiento genuino, de no ser así es casi probable q esa persona vuelva a fallar a tu confianza.
ResponderEliminarMas sin en cambio Dios nunca deja de confiar en nosotros, aunque fallemos una y otra vez el sigue y seguirá confiando en nosotros.
Dios, ayúdame a conservar la confianza en las personas a pesar de las decepciones qué haya tenido, porque a con todo y mis fallas, tu sigues confiando en mí, y ese honor, ese amor y respeto, también lo merece de parte mía mi prójimo, qué como Tú me amas, yo le ame. Pero sobretodo aprender a no defraudar la confianza de poros en mí, cuidándola cómo un tesoro muy valioso.
ResponderEliminarAmén