miércoles, 22 de febrero de 2017

¿Cómo debo de orar?



        Lucas 11:1-4
Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos:
Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.
 Él les dijo:
Cuando oren, digan:
»“Padre,[a]
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.[b]
Danos cada día nuestro pan cotidiano.[c]
Perdónanos nuestros pecados,
    porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden.[d]
Y no nos metas en tentación

   ¿Por qué pidió a Jesús uno de sus discípulos que les enseñara a orar?
           Es muy seguro que esta petición vino después de que este discìpulo observó orar al Maestro. No podía oír lo que le decía al Padre, pues probablemente se trataba de una oración silenciosa. Pero al finalizar esta, el discípulo rogó a Jesús: “Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1). ¿Qué motivó aquella solicitud? La oración era parte integral de la vida y la adoración judías. Además, en el libro de los Salmos y en otros lugares de las Escrituras hebreas aparecen numerosas oraciones. De modo que aquel discípulo no pedía que se le enseñara algo totalmente desconocido para él o que nunca hubiera hecho. Lo más probable es que conociera las oraciones ceremoniosas de los guías religiosos del judaísmo. Pero cuando observó a Jesús, al parecer se dio cuenta de que había una gran diferencia entre las oraciones santurrones e hipócritas de los rabinos y las oraciones del Señor Jesús (Mateo 6:5-8).
       Sin temor a equivocarme este discípulo vió en Jesús algo sorprendente. No era un ritual el que hacía, era un corazón que buscaba con todas sus fuerzas estar en Comunión con el Padre. No eran modismos o palabras rebuscadas en el momento de orar, eran unos labios sin engaños que elevaban las más sinceras y consagradas de las oracioines. No era un tiempo de prisa, era un momento especial que dedicaba cada mañana el Mesías al Padre Celestial. No había cara de disgusto o indiferencia al doblar sus rodillas para clamar en favor de los demás. Jamás hubo pretextos que le impidieran  llegar a tan anhelada  cita: “como el siervo brama por las aguas, así clama por ti oh Dios el alma mía”, este era el sentir de Jesucristo cada mañana cuando estuvo aqui en la tierra.
         El discípulo no buscaba una oración modelo, sino un estilo de oración que modelaba el Señor Jesús. No pedía que se le enseñará una oración más a las que él ya sabía, pedía que se le transfiriera esa esencia espiritual que portaba el Salvador  mismo en su tiempo con Dios. Jesús, enséñanos a orar! Cuánta falta nos hace tener tu estilo y forma de orar al Padre Celestial.
       Me enviaron un mensaje con la siguiente frase acerca de la oración que se me hace muy interesante compartirselas: <<muchas personas oran por cosas que solamente pueden venir por medio del trabajo, y trabajan por cosas que solamente pueden venir por medio de la oración>> Reflexiona por un momento en tu propia vida de oración; ¿dónde están centradas tus peticiones? ¿qué tipo de oraciones elevas con frecuencia al Señor? ¿cuáles de ellas requieren mayor trabajo y esfuerzo de tu parte? ¿cuáles son las cosas que solamente el Señor puede hacer? ¿qué necesita mayor dedicación de parte tuya?

       CONCLUSIONES

No necesitamos una oración modelo, sino un estilo de vida en oración.

Enseñanos a orar Jesús, fuel la petición de aquel discípulo que anhelaba que su Maestro le transfiriera su estilo de vida en oración, y debiese ser nuestra petición de cada uno de nosotros.

No es la forma la que hace efectiva a una oración, es el fondo, pues este opera desde el centro de nuestro corazón.

Un día dijo el Señor: este pueblo solo me honra de labios, pues su corazón está lejos de mí, ante esto debemos lograr que através de la intimidad con  Dios nuestro corazón este más cerca de Él.

      REFLEXION
  • La oración era parte integral de la vida y la adoración de alguien que conoce de Dios, ¿cómo es identificada y evaluada tu manera de orar?
  • Enséñanos a orar, fue la petición del discípulo, ¿hay algo que tengas que aprender de Jesús en tu forma de orar?
  • Qué es más importante en el estilo de oración de una persona: ¿el fondo o la forma? ¿a qué le das más importancia tú?
  • No necesitamos una oración modelo, sino un estilo de vida en oración, ¿estás satisfech@ con tu estilo de Comunión con el Padre? ¿Hay algo que debas de implementar a partir de hoy?
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             Pastor Oscar
            Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas y de liderazgo, llamar al 017351525825 ó escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com

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