miércoles, 15 de febrero de 2017

Relaciones Correctas 5


      
        1 CORINTIOS 1:10
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.
       
          Una de las causas principals que afecta la armonía y las sanas relaciones de convivencia entre los seres humanos, es lo que llamamos: OFENSAS. El diccionario define a esta palabra como la acción de despreciar o humillar con palabras o acciones.
     Algo que ayuda a no ser infectados por esta arma ponderosa que el enemigo coloca en los seres humanos para romper con los vinculos de Amistad, de respeto, de cordialidad y de sana convivencia, es la de aprender a ser pacientes con los demás no dándonos por ofendidos fácilmente. La Biblia dice: “El amor es sufrido, es benigno”. Tu podrás argumentar: pero que hago con el que me ofende?  La regla básica para tratar con las ofensas es buscar a la persona y a solas arreglar las cosas.
Hay dos clases de ofensas con que debemos tratar: (1) las que nosotros cometemos contra otras personas, y (2) aquellas que otros cometen contra nosotros. Veamos como podemos arreglar cada una de ellas:
Ofensas que yo he cometido contra otra persona.
         Cuando yo he cometido una ofensa contra otra persona, soy responsable de reconciliarme con ella. El Señor Jesús dijo: Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda (Mateo 5:23–24). Cuando estamos equivocados, una disculpa completa y sincera ayudará mucho para que todo quede arreglado. Para pedir perdón correctamente, debo:
1.    Aceptar toda la responsabilidad por mi ofensa, sin echarle la culpa a nadie más.
2.     Decir cuál fue la ofensa.
3.      Pedir a la persona que me perdone y esperar su respuesta.
4.   Desde luego, si he causado pérdida a alguien, debo también hacer la restitución correspondiente.
         Ofensas que otra persona ha cometido contra mí.
          Cuando otra persona me ha ofendido, mi primera responsabilidad es buscarle ella y hablarle a solas de su falta. Jesús dijo: Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano (Mateo 18:15).
       Cuando alguien nos ha ofendido, nuestra reacción natural es contarle a otra persona cómo fuimos maltratados. Éste es un grave error. No debemos decir nada a nadie hasta que hayamos hablado con quien nos ofendió. Debemos darle una oportunidad de disculparse o en caso de un malentendido, de explicarse. Ya sea que nosotros hayamos ofendido a alguien o que hayamos sido ofendidos, lo que hay que hacer es buscar a la persona y arreglar cuentas a solas. Cuando dos personas tienen problemas entre sí, pueden resolverlos humillándose ante Dios, perdonándose mutuamente y olvidando el asunto.
       CONCLUSION
Recuerda, Jesús dijo que es imposible estar bien con Dios a menos que hayamos pedido perdón a aquellos a quienes hemos ofendido, y también que hayamos perdonado a quienes nos han ofendido a nosotros.
Jesucristo sufrió y murió para restaurar nuestras realciones de los unos a los otros.
Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza.
A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho.

        REFLEXION
  • Cuando me acerco a alguien para arreglar cuentas, debo ir con la actitud correcta, ¿Cuál Suele Ser Tu Actitud Al Momento De Solucionar Un Conflicto Con Alguien?
  • EL objetivo no es hacer que el otro se disculpe conmigo, sino restaurar su comunión con Dios y conmigo. Si se arrepiente, debo perdonarle, ¿llevas a cabo este principio en tu vida a la hora de restaurar alguna relación rota con tu semejante?
  • El Señor Jesús dijo: Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale (Lucas 17:3), ¿tus relaciones de convivencia con los demás son saludables por el hecho de ejercitar un perdón mutuo?
  • En una ocasión Pedro le preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Jesús respondió a Pedro: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete (Mateo 18:21–22), ¿estás listo para restaurar aquellas relaciones en donde te ofendieron u ofendiste?




1 comentario:

  1. Señor, tu me haz perdonado TODO, ayúdame a perdonar, pero sobretodo a tener el valor de pedir perdón, porque muchas veces me cuesta trabajo doblegar mi orgullo y prefiero hacerme indiferente, aún sabiendo que ofendo o lastimó.
    Se necesita valor, amor y mucha humildad para pedir perdón.
    Ayúdame a lograrlo.
    Te lo pido en nombre de Jesús.
    Amén

    ResponderEliminar