1 Corintios 1:10
Les suplico, hermanos, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones
entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.
Me impresiona la manera en que el
apóstol Pablo se dirige a los Corintios para suplicarles que todos vivieran en
armonía y que no hubiera divisions entre ellos. Siempre he considerado que el
rompimiento de las buenas relaciones entre las personas siempre nos van a
llevar a un retroceso en los proyectos,
en las amistades, en el crecimiento, en el vinculo de la paz de los unos con
los otros.
Si rompes las amistades y las
relaciones cada vez que éstas pasan por momentos turbulentos, acostúmbrate a tu
propia compañía, porque es la única que te va a quedar. Todas las relaciones,
aún las mejores, son imperfectas y requieren cierto esfuerzo para mantenerlas.
El fundamento de las mismas no puede ser el estar siempre de acuerdo en todo,
sino el compromiso de amarse y la disposición a trabajar por mantener la paz.
Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores.” (Mateo 5:9). Buscar la paz
es “trabajo duro”; no obstante, las recompensas son valiosas; siempre merece la
pena restaurar las relaciones. Dios quiere que las valoremos, en lugar de
deshacernos de ellas cada vez que surge un problema. Pablo dijo: “.Los creyentes en Cristo deben consolarse unos a otros y animarse con
amor recíproco; deben mantenerse unidos, participar del mismo Espíritu y vivir
en mutuo afecto y compasión. viviendo todos en perfecta armonía y amándoos
fraternalmente, guiados por un mismo ideal y movidos por un mismo propósito”
(Filipenses 2:1-2 Castilian).
Nuestra capacidad de llevarnos bien con
los demás es una señal de madurez espiritual. Dios quiere que sus hijos sean
conocidos por su amor; las peleas y rencillas envían un mensaje distorsionado a
un mundo que nos observa. Pablo se sintió bastante avergonzado cuando la
iglesia de Corinto comenzó a dividirse en facciones hostiles y llegaron a demandarse ante los tribunales. “Para avergonzaros lo digo.” escribió el apóstol, “¿no hay entre
vosotros ni uno solo que sea sabio para poder juzgar entre sus hermanosí” (1 Corintios 6:5). Pablo se sorprendió y se disgustó al
ver que nadie era lo bastante maduro para resolver un conflicto con calma. Por
ese motivo, les instó así en su carta: “.Os
suplico en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. que no haya divisiones entre
vosotros, sino una perfecta armonía.” (1 Corintios 1:10 Castilian)
Trabajar con gente siempre
tendrá el riesgo de tener roces, malos entendidos, disgustos, inconformidades y
malas actitudes que sin duda alguna intentarán romper con el vínculo de la
unidad y del compañerismo. Es pues para cada uno de los que somos parte de una
institución, de una empresa, de algún equipo o de alguna congregación el tener la osadía, el valor y la madurez
para no crear conflictos y para tener la actitud y disposición para
solucionarlos cuando existieren por causa de alguno de los miembros.
CONCLUSIONES
No
hay problemas, sólo situaciones que demandan una solución adecuada.
La
formulación de un problema, es más importante que su solución.
El
diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los
conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana.
En
toda circunstancia que vives, eres parte de la solución o parte del problema.
La
mayoría de personas gastan más tiempo en hablar de los problemas que en
afrontarlos.
REFLEXION
- La palabra clave para una sana convivencia es “relación”, ¿cómo sueles mantener tus vínculos de Amistad y trabajo con las personas que colaboran contigo?
- La Iglesia de Corinto atravesaba por ciertos problemas de división a causa de no saber resolver sus conflictos entre sus miembros, ¿cómo resuelves los problemas que se suelen suscitar al trabajar o colaborar con otras personas?
- Nuestra capacidad de llevarnos bien con nuestros semejantes es una señal de madurez, ¿consideras que tu nivel de madurez es el adecuado para mantener sanas relaciones de convivencia con los demás?
- No hay problemas, sólo situaciones que demandan una solución adecuada, ¿habitúas dar correcta solución a los conflictos en tu vida?
Señor, te pido abras mi entendimiento, y llenes de sabiduría mi mente para tener una buena convivencia con quiénes me rodean, tú sabes y conoces cuales son las dificultades que paso diariamente en mis relaciones interpersonales. No deseo la contienda, tú lo sabes y conoces mi corazón, pero a veces es muy difícil para mí mantener la templanza, perdóname por no estarme más. Ayúdame va ser mejor compañera cada día.
ResponderEliminarTe lo pido en el nombre de Jesús, v tu hijo amado.
Amén
Bendiga
Bendiciones.