Mateo 25:14-18
Porque el reino de los cielos es como un
hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, y a otro dos,
y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
Y el que había recibido cinco talentos fue y
negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Asimismo el que había recibido dos, ganó
también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en
la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Cuenta esta parábola que, un día, el amo reunió a sus
siervos y les dijo que pronto se iría en un largo viaje, pero antes de irse,
les dió a cada uno de ellos un cierto número de talentos con el propósito de
llegar a multiplicarlos. Un talento era una cantidad importante y nada
despreciable, por lo tanto había que cuidarlos y reproducirlos hasta la llegada
de vuelta de su amo.
El primero que recibió cinco talentos
fué y negoció con ellos en el mercado, hasta que obtuvo otros cinco. El Segundo
por igual, negoció y obtuvo otros dos talentos. Sin embatgo el tercer
sirviente, siendo un hombre prudente, tomó el talento que le habían otorgado y
lo enterró para esconderlo y devolverlo a salvo cuando el amo volviera a
aparecer.
Después de un tiempo el amo regresa y
reuniendo a sus tres siervos, les pide cuenta de lo que les dejó: al que
negocio con sus cinco talentos y ganó otros cinco, el amo le dijo: “¡muy bien
hecho!”. El Segundo dió el reporte de sus dos talentos que a través de ellos
había ganado otros dos talentos más. De nuevo el amo expresa las mismas
palabras que le dijo al primero: “¡muy bien hecho!”. Finalmente, el tercero,
pasó adelante y contó que tuvo miedo perder el talento recibido, por lo que
decidió enterrarlo cuidadadosamente y que ahora orgullosamente lo regresaba. El
amo le expresó una mirada de no ser aprobado y le dijo: “¡mal siervo y
negligente!”, debiste haber negociado con algún banquero y reproducido lo que
te di, ¡quitenle el talento que tiene y dénselo al que tiene diez…upsss, ¡que
enseñanza!
Quizás muchos no se sientan bien con la
forma en que termina esta parabola. Pues justificando al tercer siervo, éste no
perdió el talento y se puede considerar injusto quitarle lo poco que tenía para
dárselo al que portaba más. Pero todos debemos de recordar que la vida no esta
diseñada para recompensar el nivel de nuestra necesidad, sino más bien nuestro
nivel de capacidad. El mehoyo de esta historia es que cualquier cosa que la
vida nos haya dado, ya sea un talento o cien, ¡es nuestra responsabilidad
hacerlo crecer! Solo así es como llegamos a convertir un centavo en riqueza,
obstáculos en oportunidades, debilidades en fortalezas, escasez en prosperidad,
etc. Se debe de tomar todo lo que tenemos, todo lo que somos y ponerlo a
trabajar!
La enseñanza es que debemos de poner lo
mejor de nosotros diligentemente para ser emprendedores activos. El hecho de
que el que tenía más recibió más es por la simple y sencilla razón de que el
mostró un trabajo más disciplinado y tuvo mayor capacidad para el manejo de un
mayor porcentaje de los bienes otorgados por su amo. Las mejores oportunidades
de avanzar y prosperar son para aquellos que sabiendo con lo que cuentan, son
capaces de reproducirlo con sagacidad y honestidad. Todos tenemos un potencial
en nuestras vidas que nos fue dado por el creador. En algo somo mejores que
otros y es esto lo que debemos de aprovechar para sobresalir. Debemos de evitar
el miedo o temor que puede paralizarnos en llevar a cabo nuestros mejores
proyectos.
Podemos tener una filosofía bien balanceada,
una gran profundidad de carácter, una buena actitud hacia la vida, pero a menos
que pongamos estos valiosos activos a trabajar, nos encontraremos dando excusas
antes que logrando progresos. Lo que sabemos, lo que tenemos y cómo nos
sentimos son factores importantes que afectaran la calidad de nuestras vidas
según sepamos manejarlas. Pero debemos de recordar que estos son solo los
cimientos sobre los cuales construiremos el futuro. Completar el resto de la
escena, require acción.
CONCLUSIONES
Si tenemos el deseo sincero de progresar,
estaremos impulsados a encontrar todos los medios posibles para implemnetar lo
que sabemos, tenemos y sentimos.
Debemos de encontrar las maneras de
exteriorizar todo el valor que poseemos internamente. De otra manera, nuestros
valores permanecerán ocultos y nuestros talentos, no recompensados.
El problema que revela el tercer siervo
es que tuvo miedo para arriesgarse a invertir, emprender y trabajar con lo que
había recibido. Mucha gente exitosa no siempre ha tenido exito en las primeras
de cambio, tuvieron que erradicar su miedo y seguir esforzándose para llegar a
tener unas finanzas saludables.
Dios siempre recompense la iniciativa,
la honestidad y la sagacidad de ese alguien que sabe reproducir lo que tiene,
¿serás uno de ellos?
REFLEXION
- A todos se nos ha dado algo con la finalidad de reproducirlo, sean talentos, dones, ministerios, etc., ¿estás siendo diligente en multiplicar lo recibido?
- El talento era algo valioso en ese tiempo, razón por la cual los siervos debían de cuidarlo, pero a la vez reproducirlo para cuando volviera su amo, ¿cuidas lo que has recibido de parte de Dios y estás preparado para dar cuenta de ello?
- La enseñanza de hoy es que debemos de poner lo mejor de nosotros diligentemente para ser emprendedores activos, ¿cómo eres considerado en tu trabajo, hogar, ministerio, empresa? ¿das lo mejor de ti para que crezca el lugar en donde te desenvuelves como trabajador? ¿tu iglesia está creciendo por la labor que desarrollas en pos de la visión con la que trabajan?
- Debemos de erradicar el miedo que puede llegar a paralizarnos en nuestros proyectos, ¿estás listo para emprender el más grande de tus proyectos en tu vida?
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Pastor Oscar
Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas y de liderazgo llamar al 017351525825 ó escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com
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