Porque temo que
quizá cuando yo vaya, halle que no sois lo que deseo, y yo sea hallado por
vosotros que no soy lo que deseáis; que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades,
difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes;
La gente herida, hiere a los demás.
A veces las heridas que puede portar
alguna persona no son necesariamente por una arma que les causó algún daño.
Existen heridas del corazón que se originan por una acción en contra, una
palabra ofensiva, por un mal entendido,
alguna rencilla, alguna incomprensión o algún engaño.
Es increíble lo que muestran las
estadísticas, al mostrar que una de cuatro personas sufren de algún
desequilibrio emocional y que son alimentadas a través de heridas profundas.
Regularmente las personas con heridas tienen un sentimiento negativo dentro de
ellas. Las personas heridas no solo hacen daño a otros, sino que también son
lastimadas fácilmente por otros. También
los individuos con alguna herida suelen reaccionar de manera exagerada y
sobreprotectora.
Las personas con heridas regularmente
viajan en la vida con demasiado equipaje y suelen andar cargando celos,
envidias, falta de perdón, egoísmo, lagrimas, resentimientos, etc. <<Si
quieres viajar lejos y rápido, viaja ligero>>
Las personas heridas encontrarán una
ofensa donde no hay ninguna. Recuerdo perfectamente en mis inicios como pastor,
que llegué a una obra en donde dos hermanos habían donado un terreno de 2400 m2
para que allì se estableciera el templo para dicha congregación. Para esto,
ambos hermanos ya eran casados y tenían a su propias familias. En algún momento
sucedió algo que uno de los dos fue lastimado, pues sintió que el ministro de
ese entonces había sido imparcial y dio su apoyo a la familia de su propio
hermano. Después de cerca de 20 años de este suceso es que yo llegué a
ministrar como pastor a esta Iglesia. Una tarde después de nuestro servicio, vi
que llegó una señora con dos jóvenes, llevaban consigo un bulto de cal y
empezaron a trazar una línea que dividía a nuestro terreno en dos partes
iguales. Salí intrigado a entrevistar a esta persona, se identificó como la
esposa del esposo (herido) que había donado el terreno en aquel tiempo. Ella me
manifestó que seguía tan resentida y herida por lo que había pasado hace 20
años, a su parecer tenía en su mente y corazón que el pastor actúo a favor de
la familia de su cuñado y que ahora estaba allí porque no estaba dispuesta a
respetar lo que su esposo había donado a la congregación…upsss que problema se
nos vino encima gracias a las heridas en estas personas…!!!! Tal era el daño en
su corazón hacia la Iglesia (aunque ningún miembro de ese entonces se
congregaba actualmente) que mencionó lo siguiente: prefiero que esta mitad
de terreno sea donada para el panteón de la colonia que quedárseles a ustedes.
Quizás hasta ahora lo que has escuchado te
ha llevado a pensar en alguien que esta herido y resentido contra alguien. Es
probable que lo esté contigo; pero sin duda que muchos de nosotros podemos ser
los afectados por una herida en nuestro corazón, y te preguntas: ¿Cómo sanar mi herida? Te comparto tres
pasos que te ayudarán a sanar tus heridas o ayudar a otros que las tengan:
Haz
las pases con tu niño interior.- El niño o la niña interior es esa parte
de nosotros que alberga miedos y sufrimiento acumulados desde que éramos muy
pequeños e incapaces de procesar el dolor y reaccionar a él de una forma
madura. Las heridas en tu presente pueden ser intensamente afectadas por los
recuerdos de tu infancia. La Resaca en tu vida puede ser un obstáculo para
experimentar la libertad ante las heridas de tus sentimientos.
Encuentra la felicidad en tu interior.- Por tu propio bien, asegúrate de que
eres capaz de apasionarte por la vida, encontrar belleza y placer en tus
aficiones, sentirte satisfecho con todo lo que emprendas y cuidar tus
relaciones de Amistad. Un interior sano, ayudará a sanar prontamente cualquier
herida en contra de tus semejantes.
Perdona y pasa a la siguiente página.- Perdonar a los que nos hicieron daño es
un paso necesario para poder amar plenamente, sin que nuestra energía esté
enfocada en mantener vivo el dolor o el rencor por situaciones que ocurrieron
en el pasado. Mantener
vivos el odio, el rencor, la culpa o el remordimiento relacionados con una
herida en el pasado no nos hace ningún bien. Estas actitudes
generan energías de desamor y violencia que pueden llegar a ser muy intensas y
poderosas, lo anterior nos impide ser felices y abrirnos al amor en el
presente.
CONCLUSIONES
- Nuestras heridas hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas.
- Una herida no sanada no solo causa dolor, también te impide ser plenamente feliz
- Perdonar es no odiar, es extinguir el rencor y el deseo de sanar las heridas.
- Perdonar es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás, abriendo el camino de la comunicación y la sana convivencia
- Perdonar es liberarse y crear bienestar para uno mismo y para quienes nos rodean.
REFLEXIONAR
- La gente herida, suele herir a otros más, ¿hieres con tus actos o palabras a los que te rodean porque sientes estar herid@?
- Perdonar es liberarse y crear bienestar a nuestro alrededor, ¿estás experimentando libertad o sientes todavía estragos por causa de heridas en tu ser?
- Una de cuatro personas sufren de algún desequilibrio emocional y que son alimentadas a través de heridas profundas, ¿eres parte de esa estadística? ¿quieres cambiar estas estadísticas a favor de la sanidad interior de tu ser?
________________________________________________________
Pastor Oscar
Invitaciones a conferencias y talleres sobre estos temas y de liderazgo, llamar al 017351525825 ó escribe al correo: oscarhp07@hotmail.com
Aligeremos nuestro andar cargando amor, paz, tolerancia; y por consecuencia no habrá espacio para resentimientos, y así el perdón tendrá oportunidad de manifestarse mitigando,desvaneciendo y borrando las heridas
ResponderEliminar