lunes, 19 de diciembre de 2016

Un Padre compasivo

   
     
    Salmo 103:13
Tan compasivo es el SEÑOR con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.

         Que hermoso es saber que Dios es como un papá amoroso y compasivo. Su amor es tan profundo que nunca podremos llegar a comprenderlo, solo nos corresponde aceptarlo. El nos creó para amarnos, para que fuésemos su pueblo, sus hijos a quien poder demostrarles su amor. “Tan compasivo es el Señor con los que le temen, como lo es un padre con sus hijos”.
       Quizás yo no tuve la fortuna de tener a un padre como lo describe este versículo. Nunca supe que era una muestra de amor y de compasion por parte de mi papá. Los recuerdos que tengo de mi niñez acerca de él es de cierto temor y angustia. De un hombre que maltrataba y golpeaba a mi mamá y rara vez tuvo detalles de ternura y amor hacia mis hermanos. No era de alegrarse cuando escuchabamos que llegaba al hogar. No tuve una palabra de asentamiento por parte de él, ni tampoco momentos especiales en donde me sientiera orgulloso de que fuera mi padre. Me costó mucho tiempo entender que Dios quería mostrarse con las cualidades de un padre hacia mí. Que anhela cobijarme con sus alas de la misma manera en que la gallina cubre a sus polluelos debajo de sus plumas. Que una de sus escenas favoritas de mi Dios es colocarme en su regazo y hacerme caballito y expresarme con una gran sonrisa lo orgulloso que se siente de mí. Saber que Papá Dios me ha amado con amor eterno, que su amor no cambia, que aunque mi padre y madre me hubieran abandonado, Él jamás me abandonaría. Que puedo recostarme en su pecho como lo hizo un Juan y poder escuchar el látir de su corazón y oír en un breve susurro de su voz las palabras mágicas que todo ser necesita escuchar de su padre: Oscar, cuánto te amo, estoy orgulloso de ti, eres un gran chico, eres mi campeón! Fué hasta mi encuentro en que entendí la Paternidad de mi Dios. Pude perdonar a mi padre y tenerlo frente a mí un día que lo fuí a visitar para decirle que yo lo amaba a pesar de lo que él había sido y hecho para con mi mama y mis hermanos, que yo no era nadie para juzgarlo, y que necesitaba de él un beso en mi mejilla Recuerdo perfectamente que me eché sobre su cuello y empecé a llorar (yo tenía en ese entonces 34  años), mi papa me dió ese beso tan anhelado y me dijo unas palabras que nunca olvidaré en mi existencia: “no llores Oscar”. Fueron mi medicina, hicieron click hasta lo profundo de mi alma…supe que era obra de Dios…pude tener aunque por única ocasion eso que deja marcado a un hijo, el abrazo, el beso y las palabras de asentamiento de un papa.
       Decidí jamás presentarme como un siervo solamente ante Dios, a partir de ese momento determiné ser tratado como un hijo ante el más tierno de los padres: papa Dios, el Abba Padre de la Biblia, si, mi papito con el que me puedo divertirme, hablarle, caminar a su lado, jugar y sonreír, abrazarlo y dejamerme abrazar…claro que nuestro Dios es muy compasivo y es como un padre con sus hijos.

      CONCLUSION
  1.   Soy papá de tres hermosos hijos, son como saetas en mis manos como las de un guerrero. Mi puntería y estabilidad les dará la dirección correcta para que sean los hombres que Dios anhela que ellos sean.
  2. Una de mis responsabilidades es que ellos vean en mi la figura de Dios como un papá. Un padre que sea amoroso, compasivo, que sus palabras les den seguridad, que los disciplina conforme a la palabra y que sea un modelo de vida a seguir.
  3. No tuve la fortuna de tener a un papá con esas hermosas cualidades que todo hijo anhela ver en la vida de sus padres; pero me esfuerzo porque mis hijos si lo tengan en mí.
  4. Todos los que tememos el nombre de nuestro Dios y Padre Celestial somos bienaventurados, si, mil veces dichosos de ser reconocidos y tratados como hijos delante de Él.


       REFLEXION
  1.  Dios anhela tener una relación contigo de Padre a hijo, ¿cómo es tu relación con Él? ¿te cuesta trabajo verlo como a un padre?
  2.  En lo personal tuve serios problemas para poder entender la paternidad de Dios en mi vida por causa de no haber tenido un modelo de papá en mi niñez, ¿tu relación con tu papá es sana? ¿hay algo que ha sido afectado en tu vida por causa de él?
  3. Tener a Dios como un Papá o Papito es disfrutar una relación muy diferente a la de tenerlo solo como Dios, ¿disfrutas de la paternidad de Dios en tu vida? ¿Hay algo que te impide acercarte a Él como un hijo?
  4. Como padres tenemos la responsabilidad de mostrar en la vida de nuestros hijos una paternidad acorde a la de Dios mismo, ¿cómo estás desarrollando tan noble tarea en medio de tus hijos? ¿hay algo que debas de ajustar para que tus hijos entiendan la paternidad de Dios a través de ti?
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            Pastor Oscar
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